jueves, 8 de marzo de 2012

Programa de entrenamiento de las habilidades sociales


1.- INSTRUCCIÓN VERBAL Y DISCUSIÓN

1.1.- Información conceptual

- Delimitación y especificación de la habilidad.
- Importancia y relevancia de la habilidad.
- Aplicación de la habilidad.

1.2.- Instrucción directa
1.3.- Diálogo


2.- MODELADO

- El modelo hará exactamente la conducta que desea que aprendan.
- Realizarla despacio.
- Repetirla varias veces.
- Con diferentes modelos (padres, profesores, compañeros).


3.- PRÁCTICA

3.1.- Representación de papeles. (Role-playing).
3.2.- Práctica real (en diferentes lugares, y en el momento adecuado).


4.- RETROALIMENTACIÓN (FEED-BACK)

- Informar del desarrollo de la conducta.


5.- REFUERZO

- Reforzar lo positivo.
- Posteriormente, repasar lo mejorable.


6.- DIÁLOGO – DISCUSIÓN


7.- TAREAS PARA CASA

- Practicar en el entorno real ordinario la conducta entrenada.


Tras seleccionar la conducta concreta que se quiere practicar (saludar, despedirse, llamar por teléfono o comprar en una tienda, por ejemplo), se informa al grupo de alumnos con los que se está trabajando de las características de la habilidad, su importancia y su aplicación práctica en la vida real. Se explica en qué consiste y cómo se debe realizar, y se entabla un diálogo con ellos para aclarar su utilidad y presentar ejemplos concretos de situaciones en que se puede aplicar o circunstancias en que ellos la han utilizado ya.


Más tarde, se hace la conducta en su presencia, para que puedan observarla; la realizan primero los adultos solos o junto con algún alumno. Posteriormente, se lleva a cabo la práctica de la conducta de los alumnos, en forma de representación de papeles, simulando su realización (hacemos como que compramos) y en la realidad (realizando compras reales). Se informa del desarrollo de la conducta, reforzando lo que se ha hecho bien y corrigiendo y animando para mejorar lo que se ha hecho mal. Como al principio, se dedica un tiempo a dialogar y discutir sobre el desarrollo de la conducta con todo el grupo.


Es fundamental el último punto, de realización de tareas prácticas en casa, pues si la conducta no se aplica en las situaciones cotidianas, no tiene sentido que sea entrenada (¿para qué quieren saber comprar si en su día a día nunca realizan compras?). Además, el entrenamiento en habilidades sociales en el hogar tiene un efecto indirecto de concienciación de la familia y de aliento para que les dejen practicar en casa conductas que, en muchos casos, no se habían planteado que pudieran hacer.





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